En un 19 de junio como hoy:
• 1988, nace en Coacalco (Estado de México) Miguel
Ángel Olivo quien a futuro sería conocido como el luchador “Daga”.
Su trayectoria comenzó en la escena independiente mexicana hasta que después de protagonizar “la
lucha del año” contra Mike “Suicida” Segura es llamado a formar parte de la
compañía AAA. En la empresa de Los Roldán cambia de bando tras mucho tiempo de
ser un gladiador técnico e ingresa a “Los Perros del Mal”, además consigue ser
Campeón Crucero.
Cuando ha defendido su cabellera logró rapar a “Eterno”, curiosamente su ex
compañero desde los primeros días en la Arena Coacalco e IWRG.
• 1989. Debuta el personaje de “Máscara Sagrada”
en la Arena México. Quien oculta su identidad tras esa incógnita antes había
sido Mágico y Hecatombe.
Debido a una demanda por derechos de autor por el
personaje “Mágico” se presentaba después como El luchador sin nombre; este detalle motivó
a la Empresa Mexicana de Lucha Libre a emprender la campaña “póngale nombre al
luchador sin nombre”. Llegaron costales de cartas, Antonio Peña (programador) le dijo al
gladiador jarocho que escogiera el que
más le gustara...Lo demás es historia.
• 1998. Pierroth Jr. vence a Kiss en el Auditorio
de Tijuana (Baja California, México) en una lucha de apuestas (máscara contra
máscara) por lo que Kiss revela su identidad: Manuel de los Santos.
En esa misma velada, Los Brazos (Brazo de Oro,
Brazo de Plata y El Brazo) se convierten en los novenos campeones mundiales de tríos
versión WWA al derrotar a sus eternos rivales, Los Villanos (Villano III,
Villano IV, Villano V).
• 2009, Ciudad de México. Último Guerrero se convierte en el primer Campeón Universal del Consejo Mundial de Lucha Libre tras derrotar en la final de una eliminatoria al hoy megacampeón de AAA: Texano Jr.
“Las llaves y las contrallaves son importantes,
pero de lo que estoy seguro es que librados nada más al rostro humano, la
variedad de la lucha libre sería mucho menos expresiva”.
"Ya es un lugar común decir que gran parte del
sentido de la lucha libre es el teatro, pero siempre hace falta afirmar que los
actores más entusiastas no son los luchadores, sino los espectadores".
"A las razones que yo propongo para el uso
masivo de la máscara, seguramente se opondrán los luchadores, a quienes no les
queda de ningún modo reconocer el carácter esencialmente dramático del
espectáculo, al margen de todo lo que haya de resistencia física, de capacidad
deportiva".
"La relación del espectador con el luchador,
esta vivencia que se nutre con la catarsis, permite su aprovechamiento
político. La oposición, por ejemplo, ha creado un personaje, Súper Barrio, que
se presenta como uno de los defensores de las causas populares".
"Los resultados en la lucha libre son siempre
anticlimáticos. Sólo en la lucha libre el bien se enfrenta al mal en igualdad
de condiciones".
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