Felicidades a la dama del guante negro, la hija del rudo Mano Negra... ¡Feliz cumpleaños Sanely!

Modelo, fisicoculturista, psicóloga y luchadora... Quien oculta su identidad bajo la máscara de la amazona Sanely festeja haber nacido un 23 de septiembre en la zona lagunera mexicana, Torreón, Coahuila.

Desde niña el gimnasio y el ring llamaron a Sanely. Veía a su padre, el luchador "Mano Negra", levantar pesas para fortalecer el cuerpo, aplicar quebradoras y ejecutar llaves en la Arena México. 

La pequeña Sanely y los hijos de "El Felino", "Mocho Cota", "Kung Fu", "Kato Kung Lee" y otros luchadores de la época jugaban en el cuadrilátero, entre una lucha y otra, a tirar patadas voladoras y lanzar planchitas. 



"Nací sabiendo que mi papá era luchador, crecí en todas las arenas, jalaba con mi muñeca y terminando la lucha era momento de jugar. Totalmente acostumbrada a esa forma de vida, cómo no me va a gustar si ahí crecí. 

Ya lo traemos en la sangre y por más que me puse metas lejos de la lucha libre terminé por regresar. No quería perderme la oportunidad de hacerlo profesionalmente, toda la vida llevo echándome maromas", comparte Sanely, la bella heredera de las hazañas que su padre forjó en los enlonados mexicanos.

La chica deseaba luchar pero su padre "Mano Negra" quería que estudiara. Tenían motivos. Era la época que casi no había trabajo para las luchadoras, no contaban con un espacio para que se cambiaran y, a veces, tenían que hacerlo en el baño de los aficionados, sin privacidad, incómodas. 

En ocasiones debían viajar en camioneta con otros cinco luchadores, apretados, unos sentados en las piernas de los otros. "Yo quiero que estudies", decía el "Mano Negra" a su hija y ella hacía una mueca de fastidio. 

Se escapaba con su hermano a la Arena Revolución y entrenaba con los otros juniors, esos que hoy son las estrellas de la lucha libre mexicana. Al final, Sanely le hizo caso a su padre y estudió psicología en la UNAM.



Sanely comenzó a entrenar lucha libre en el 2010 pero no era constante. Tenía 28 años y su trabajo en ese entonces no le dejaba tiempo; después tuvo que viajar por un año a Chihuahua, también por motivos laborales. 

Al terminar ese contrato regresó a la Ciudad de México, consiguió un nuevo empleo en una delegación del ISSSTE, acomodó su horario con su jefa y en su consultorio y comenzó a entrenar lucha en la Arena Coliseo con el profesor Arturo Beristain. 



Apenas en el 2015 debutó profesionalmente, curiosamente lo hizo en Puebla en arenas pequeñas como las de San Ramón y Xonaca, El Consejo Mundial de Lucha Libre la contrató y la hizo debutar en un programa efectuado en Puebla durante julio del año 2016.

La chica detrás de Sanely, cuando porta la máscara negra con el antifaz de charol azul y plateado, que deja expuesta su cabellera larga y la parte inferior de su cara, uno podría jurar que está en los veinte. Es otra, ella lo sabe, debe cuidar al personaje y por lo tanto las formas. Sanely impone.



"Sanely me cae gorda, es una mamona, tú no eres así', me dicen. "Yo no soy así, pero éste es un personaje. Hasta a mí me impone, me pongo la máscara y me siento así de ¡ay, caray! Con la máscara hago cosas que sin ella no haría. 

Yo soy algo penosa, tímida. Pero me pongo la máscara y siento que no soy yo y puedo bailar, gritar y decir cosas que sin ella no pronunciaría. Comer con la máscara es lo único que no he podido hacer bien".

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