La historia de un "Pedro Infante" en la lucha libre: Cuando METÁLICO perdió su máscara en el CMLL ante Oro Jr.

Metálico y Oro Jr. compartían la esquina científica, eran arropados por la parcialidad de la afición que apoya las causas limpias. Lamentablemente, en el torneo "En busca de un ídolo" (celebrado durante el mes de marzo del 2014), Oro Jr. lastimó sin querer el hombro de Metálico durante un lance hacia afuera del ring. 

Hasta ahí todo era parte de los gajes del difícil oficio, pero un mes después que el lesionado reapareció, haciendo equipo con el áureo heredero, lo traicionó y se volvió al lado de la maldad (culpándolo de su aquejamiento físico). Por varias semanas estuvieron enfrentándose hasta que llegó el reto de apuestas superlativo.

El 6 de agosto del 2014, en las oficinas de la Arena México, ambos gladiadores firmaron el contrato que los comprometía a jugarse las máscaras y Metálico le decía a Oro Jr. “Reconozco que tienes talento, pero mientras tú nacías yo ya luchaba y mientras tú debutabas yo ya había apostado dos veces mi máscara”.


Aunque el joven gladiador de “24 quilates” no se quedaba callado y sentenciaba al luchador rudo: “ya no aguanto más todos tus abusos, te has metido con lo más valioso que tengo y eso no te lo voy a perdonar y ya no hablaré más, nos vemos el domingo”.


Llegó la fecha esperada donde Oro Jr. buscaría su primer trofeo en estas lides y Metálico trataría de conservar la incógnita que ya otros le habían querido despojar sin éxito. En el cartel "Domingos familiares de Arena México" con fecha 10 de agosto del 2014 los dos implicados en la rivalidad del momento subieron a combatir durante el turno especial.

Después de tres emocionantes caídas, Oro Jr. lograba derrotar de una vez por todas a su rival con una palanca a los brazos. Caía la máscara de "Metálico" (o Tigre Metálico) y quien se ocultaba bajo la capucha era Salvador Munguía, contando con 44 años de edad, originario de la Ciudad de México y atesorando una trayectoria de 22 calendarios en los rings.







Por el parecido físico con el fallecido cantante de música popular mexicana, al recién desenmascarado la afición le empezó a decir "El Pedro Infante de la lucha libre" y él buscó llevar al ring los personajes del ídolo ranchero.




Los comentaristas y anunciadores narran hasta el día de hoy al verlo salir de vestidores: "Pedro Infante no ha muerto, Pedro se hizo luchador".


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